La escena de la música electrónica se encuentra en un punto de inflexión. Mientras algunos DJs y productores celebran la creciente popularidad del género y las oportunidades que las redes sociales ofrecen para conectar con nuevos públicos, otros expresan una creciente preocupación por cómo el marketing está eclipsando la calidad musical. Este dilema, lejos de ser irrelevante, está moldeando la experiencia de los eventos y la percepción del público sobre lo que significa disfrutar de un buen set de electrónica.
¿Dónde trazamos la línea entre la autenticidad artística y la necesidad de visibilidad en una industria impulsada por la imagen?
Por un lado, es innegable la importancia del marketing en la era digital. Las redes sociales son vitrinas poderosas que permiten a los DJs y productores llegar a audiencias globales. Sin embargo, esta creciente dependencia del marketing ha generado una preocupante tendencia: la proliferación de artistas que priorizan la imagen sobre el sonido. Los sets en vivo se han transformado en una sucesión de momentos "instagrameables", diseñados para generar contenido viral en TikTok. La búsqueda incesante de la aprobación en redes sociales ha eclipsado la importancia de la selección musical y la construcción de un set coherente.
Coyu, el Español que es uno de los DJ's referentes a nivel mundial, recientemente se sinceró en la red social Threads sobre su frustración con la industria. - “Por primera vez en mi carrera tuve que tomarme voluntariamente unos meses libres del estudio porque estaba completamente bloqueado y asustado de ofrecer cosas de calidad. Sospecho que la razón es que estoy insatisfecho con la evolución de la industria de la música, donde parece que tus fotos y vídeos son más relevantes que tus producciones y sets.
¿Alguien se enfrenta al mismo problema? ”, expresó. Su insatisfacción no es un caso aislado. Muchos artistas sienten que en la industria actual, las fotos y los videos son más relevantes que las propias producciones musicales y los sets en vivo.
Wally López, otro referente de la escena, también ha mostrado su descontento, apuntando a una tendencia donde ciertos DJs parecen preocuparse más por crear momentos "instagrameables" que por la música misma. “No creo en las prohibiciones. ¿Sin teléfonos en la pista de baile? ¿Por qué? El problema no es la gente. El problema son esos DJs que solo tocan para ese 'momento de TikTok', los promotores que contratan a esos DJs y las cuentas de Instagram que solo publican esos momentos 'falsos'. Promuevan DJs reales, contraten a DJs reales y la gente no estará grabando toda la noche, ¡van a bailar! Dejen de culpar a la gente. ¡Devuelvan la fiesta de verdad!", expresó en su cuenta de Instagram.
Recordemos que recientemente Anyma y Afterlife han estado implantando una política nueva en sus eventos, donde se prohíbe el uso de smartphones para tomar fotos y videos durante el show. Esto después de que en redes sociales llovieran un mar de críticas sobre el hecho de que los asistentes en sus eventos se interesaran más por grabar con sus smartphones que por bailar y disfrutar el momento.
Este dilema, lejos de ser irrelevante, está moldeando la experiencia de los eventos y la percepción del público sobre lo que significa disfrutar de un buen set de electrónica.
Esta corriente de opinión sugiere que el enfoque en la estética y la viralidad está llevando a una homogeneización del sonido en la escena electrónica, donde la calidad musical se sacrifica en favor de un contenido más visual y superficial. Esto también ha afectado al público, que muchas veces asiste a los eventos más por la posibilidad de captar un buen video que por disfrutar de la selección y producción musical del DJ. El resultado es una experiencia que, para algunos, carece de la profundidad y autenticidad que definió la música electrónica en sus comienzos.
Adaptarse al Cambio: El Balance Entre Marketing y Calidad Musical
No obstante, hay otro lado en este debate. En la era digital, donde la visibilidad y la promoción son esenciales para el éxito, los DJs y productores no pueden permitirse ignorar las herramientas de marketing a su disposición. TikTok, Instagram y otras plataformas han demostrado ser poderosas en la promoción de música electrónica y en la creación de nuevas estrellas.
Para muchos en la industria, la clave está en encontrar un equilibrio entre mantener la calidad musical y adaptarse a las nuevas realidades del marketing. Esto no solo beneficia a los DJs, sino también a clubes y promotores, quienes dependen del éxito de sus eventos para recuperar sus inversiones. Un marketing efectivo puede atraer a más asistentes, pero si la música y la experiencia no cumplen con las expectativas, los efectos a largo plazo pueden ser perjudiciales.
Hacia un Futuro Equilibrado
El debate sobre la influencia del marketing en la música electrónica no es nuevo, pero ha cobrado más relevancia en la era digital, donde la presencia en redes puede definir el éxito de un DJ tanto como su habilidad detrás de los decks. Mientras algunos temen que la escena electrónica se convierta en un espectáculo vacío impulsado por las redes sociales, otros ven en las plataformas digitales una oportunidad para llegar a audiencias más amplias. Lo que está claro es que, en un mundo donde la atención es un recurso valioso, los DJs deben encontrar formas de equilibrar su arte con la necesidad de ser vistos y escuchados.
La responsabilidad también recae en clubes y promotores. Al centrarse solo en DJs que "venden" visualmente, corren el riesgo de perpetuar un ciclo donde la música se convierte en un accesorio de la imagen. En cambio, al apostar por artistas que ofrezcan ese balance entre calidad y una experiencia auténtica, pueden contribuir a una escena más rica y diversa que respete tanto el marketing como el arte.
El desafío para DJs, promotores y clubes es encontrar ese punto medio donde la calidad musical y la visibilidad digital se complementen en lugar de competir. En última instancia, la evolución del DJing puede ser una oportunidad para innovar y redefinir lo que significa ser un artista en la era moderna, siempre y cuando se mantenga el respeto por el arte y la experiencia musical que son el corazón de esta cultura
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